Más de lo que Esperaba

Ronald Ayala
Iglesia Fe Unida
Sermones

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Lucas 19:28-38
Dicho esto, Jesús siguió adelante, subiendo hacia Jerusalén. Cuando se acercó a Betfagué y a Betania, junto al monte llamado de los Olivos, envió a dos de sus discípulos con este encargo: «Vayan a la aldea que tienen enfrente y, al entrar en ella, encontrarán atado un burrito en el que nadie se ha montado. Desátenlo y tráiganlo acá. 31 Y si alguien pregunta: “¿Por qué lo desatan?”, díganle: “El Señor lo necesita”».

Fueron y lo encontraron tal como él les había dicho. Cuando estaban desatando el burrito, los dueños preguntaron:

—¿Por qué desatan el burrito?

—El Señor lo necesita —contestaron.

Se lo llevaron, pues, a Jesús. Luego pusieron sus mantos encima del burrito y ayudaron a Jesús a montarse. A medida que avanzaba, la gente tendía sus mantos sobre el camino.

Al acercarse él a la bajada del monte de los Olivos, todos los discípulos se entusiasmaron y comenzaron a alabar a Dios por tantos milagros que habían visto.  Gritaban:

—¡Bendito el Rey que viene en el nombre del Señor!

—¡Paz en el cielo y gloria en las alturas!

Mateo 21:9
Tanto la gente que iba delante de él como la que iba detrás gritaba:

—¡Hosanna al Hijo de David! 

—¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!

—¡Hosanna en las alturas!

Lucas 4:17-19

y le entregaron el libro del profeta Isaías. Al desenrollarlo, encontró el lugar donde estaba escrito: 

«El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas noticias a los pobres. Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos, a pregonar el año del favor del Señor».

Salmos 42:11
¿Por qué estás tan abatida, alma mía? ¿Por qué estás angustiada? En Dios pondré mi esperanza y lo seguiré alabando. ¡Él es mi salvación y mi Dios!

Lucas 19:41-42; 44b
Cuando se acercaba a Jerusalén, Jesús vio la ciudad y lloró por ella. Dijo:

—¡Cómo quisiera que hoy supieras lo que te puede traer paz! Pero eso ahora está oculto a tus ojos.

No dejarán piedra sobre piedra, porque no reconociste el tiempo en que Dios vino a salvarte.

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